LOS DIRECTORES EFICIENTES

LOS DIRECTORES EFICIENTES

Por Luis A. Dávalos V.

Estudiar las constantes de las escuelas eficaces ha sido un trabajo reciente que he emprendido. He localizado abundante literatura sobre el tema y considero que, como parte de la identificación de los indicadores de la calidad de la educación y la pastoral de la escuela marista, es relevante toda ella. La mayor parte de esta literatura es de origen inglés o estadounidense, y lo que he encontrado en español sobre el tema, cita con frecuencia las fuentes sajonas.

Una de las constantes se refiere al papel preponderante que juegan los directores de las escuelas. Mi experiencia me ha llevado a la convicción que las mejores escuelas que los Hermanos Maristas dirigimos son aquellas en donde el director, religioso o seglar, desempeña un papel eficiente.

Otra preocupación ha sido el producir instrumentos que permitan medir el grado de eficacia de un director, de la escuela misma y del desempeño de los profesores. Por ello, en el Centro de Evaluación y Diagnóstico Marista, he venido desarrollándolos, apoyado por diversos coordinadores, psicólogos y profesores. Todos ellos, al experimentarlos han ayudado a mejorar su validez y confiabilidad.

El papel de los directores en las escuelas eficaces.

Una de las características de las escuelas eficaces es el liderazgo vigoroso del director. Las actitudes, valores, metas y comportamientos de éste son factores importantes en la aportación importante que realiza para tener una escuela exitosa en el logro de sus metas educativas.

Una definición de lo que es una escuela eficaz es: una escuela en la que todos se siente involucrados en el aprendizaje y el rendimiento, donde existen grandes expectativas, y la mejora educativa es una preocupación constante.

Los estudios sobre la eficacia de la escuela afirman insistentemente que un liderazgo activo por parte del director es esencial para una escuela innovadora y de éxito, pero que, además, involucra cada vez más a sus profesores, dándoles mayor participación en la toma de decisiones. Comparte su liderazgo estableciendo quién ostenta la competencia para un determinado propósito.

Cualidades y comportamientos de los directores eficientes.

Una descripción breve de las cualidades y comportamientos que caracterizan a los directores de las escuelas eficaces -cualidades que se han puesto de manifiesto en muchas investigaciones-, es la siguiente:

  1. Los directores eficientes tienen una visión clara de lo que pueden ser sus escuelas, y motivan a todo el personal a trabajar en la materialización de esa visión.

  1. Tienen expectativas elevadas tanto sobre el desempeño del alumno como del trabajo del profesorado.

  1. Observan a los profesores en el salón de clases y les ofrecen una retroalimentación positiva y constructiva, con el propósito de solucionar los problemas y mejorar la enseñanza.

  1. Fomentan la utilización eficaz del tiempo de enseñanza y diseñan procedimientos para reducir al máximo las interrupciones.

  1. Empleann creativamente los recursos materiales y humanos.

  1. Dan seguimiento y evalúan continuamente el rendimiento colectivo de los alumnos, y emplean la información para guiar la planificación docente.

Liderazgo vigoroso en la enseñanza

Según DeBevoise (1984), el liderazgo vigoroso del director en la enseñanza significa "aquellas acciones que asume un director, o que delega en otros, tendentes a impulsar el avance en el aprendizaje del alumno". Según Greenfield (1987), lo ha definido como "las acciones llevadas cabo con la intención de desarrollar un ambiente de trabajo productivo y satisfactorio para los profesores, y unas condiciones para el aprendizaje y unos resultados en los alumnos, acordes con lo deseado", añadiendo que "este liderazgo es eficaz en la medida en que esos objetivos generales se alcanzan".

Tres ideas básicas, ligadas a este liderazgo del director en la enseñanza, y que comentaremos más adelante son:

  1. Los directores eficientes tienen asumida una imagen o una visión de lo que quieren conseguir.

  1. Esta visión orienta a los directores en la gestión y la dirección de sus escuelas.

  1. Los directores eficientes centran sus actividades en la enseñanza y en la actuación de los profesores en el salón de clases (Greenfield, 1987; Manasse, 1985).

La Visión, el clima de las escuelas y las expectativas.

Visión.

Los estudios sobre las escuelas eficaces hacen hincapié sobre su Visión, es decir, su imagen de lo que puede ser la escuela y de lo que quieren conseguir. Colton (1985) definía la visión como aquello "que establece las metas o los objetivos de la acción individual o de grupo, aquello que define no lo que somos sino más bien lo que pretendemos ser o hacer". Según Greenfield (1987), la visión o "la imaginación moral" es "la habilidad de ver la diferencia entre cómo son las cosas y cómo debieran ser -no en términos de lo ideal, sino en términos de lo que es posible, dada una determinada situación de una escuela".

La visión es un presupuesto clave del liderazgo eficaz. Rutherfod (1985) señala que cuando un director tiene una visión clara sobre el futuro de la escuela, la mayoría de los profesores se dan cuenta de ello y la aceptan. Dwyer (1982) y otros autores insisten en que los directores eficientes tienen una visión congruente de lo que debiera ser la escuela, y en su trabajo diario se fijan como objetivo hacer realidad esa visión. Esta les sirve de guía en todas las decisiones que deben tomar. Traducen sus visiones en objetivos de la escuela y en expectativas sobre los profesores, alumnos y administrativos. Establecen un clima escolar que favorece el progreso hacia esos objetivos y esas expectativas.

Una buena pregunta que podemos plantear a todos los directores es: ¿Cuál es su visión para esta escuela, sus objetivos y expectativas más generales? A esta pregunta, los directores ineficientes responderán que mantener el statu quo es lo mejor, mientras los directores eficaces se empeñarán en manifestar la necesidad de mejorar continuamente, de alcanzar las metas propuestas, y de involucrar a todos en esos propósitos. Es decir, dirigen la orquesta y hacen que las cosas sucedan.

¿Cómo se desarrolla la visión?

Los directores eficientes desarrollan una visión de una escuela mejor y se comprometen con ella mediante a) la lectura de estudios sobre escuelas eficaces y b) visitando escuelas eficaces y apendiendo de directivos eficientes, lo que en la industria se ha venido llamando "benchmarking".

El clima académico de la escuela y las expectativas elevadas.

La visión del director está ligada a dos características primordiales: un clima (o cultura) académico de la escuela y a expectativas elevadas sobre el rendimiento del alumno. En una palabra, trata de que la escuela sea, valga la redundancia, escuela, como lo propone el documento "La Escuela Católica"

Un clima o cultura organizacional consiste en un consenso sobre una serie de valores, normas, pautas ideológicas, creencias, objetivos e ideas sobre la organización de que se trate. La escuela, como organización, posee una cultura que es compartida por sus miembros.

El clima académico se manifiesta en el compartir de profesores y alumnos la conciencia sobre los objetivos educativos de la escuela y del valor que atribuyen a éstos. Los directores contribuyen eficazmente a este compartir la cultura a través de sus actitudes, creencias, expectativas y actuaciones.

Los directores creen firmemente en que aprender es el principal propósito por el cual los alumnos asisten a la escuela, convicción que trasmiten a todo el personal; están convencidos de que los alumnos pueden aprender; y de que la escuela establece la diferencia entre el éxito y el fracaso. Además, los directores eficientes establecen un fuerte sentido de pertenencia a, y construcción de la comunidad, lo cual significa compartir la cultura y los valores, los objetivos, las altas expectativas en las posibilidades de los alumnos, así como en el desempeño del personal que lo posibilita; el reconocimiento del liderazgo y de la autoridad que lo acompaña; la consideración auténtica de los individuos, sus sentimientos y actitudes.

¿Cómo crear un clima académico?

Los directores pueden jugar un papel activo y personal en la mejora continua de la escuela y en logro de sus metas educacionales a través de: trasmitir expectativas de la posibilidad de logro; desarrollar planes permanentes de formación de los profesores, para hacerlos competentes en alcanzar las metas propuestas; involucrar a los padres de familia en el apoyo a los planes de mejora; favorecer comportamientos adecuados por parte de los alumnos, incentivando su orientación educativa y estimulando su buena actuación.

Pueden además promover un entorno que recuerde permanentemente el compromiso conjunto a través de carteles y símbolos que comuniquen a todos la visión, las expectativas, la misión, la orientación y los objetivos de la escuela.

Contribuye también a crear el clima académico, el reconocimiento y comunicación de los logros y premios obtenidos por los profesores y/o alumnos; alabar el buen desempeño y las capacidades de cada uno e interesándose por su bienestar personal.

Otras acciones que ayudarán a crear el clima académico por parte del director son:

a) el seguimiento y evaluación del progreso de los alumnos. Los directores pueden discutir los resultados obtenidos con los profesores para determinar los niveles de exigencia. Las variaciones sobre estos niveles se utilizan como guía para una acción correctiva (evaluación formativa).

b) Obtener los recursos materiales y humanos para un aprendizaje eficaz:;

c) Favorecer un ambiente seguro y ordenado, en el cual los alumnos se sientan bien acogidos y estimulados; donde se eviten al máximo aquellas interrupciones en el tiempo dedicado al aprendizaje; donde se cuenta con normas claras que posibilitan la convivencia agradable; en el que los profesores conocen y utilizan principios sólidos de manejo del grupo; en el cual la escuela se mantiene decorada y atractiva; y donde, si es necesario, se excluye a los alumnos intencionadamente destructivos.

Por último, una de las funciones esenciales del director eficiente es la de observar a los profesores en la clase y discutir con ellos la forma de abordar los problemas y de mejorar su enseñanza. Evalúan y controlan el progreso de éstos y les ofrecen retroalimentación después de cada observación, así como el apoyo y ayuda necesarios para la mejora. En una investigación reciente (Dávalos, 1998) los maestros que habían sido evaluados frecuentemente por sus alumnos manifestaban su convencimiento de la utilidad de la misma, pero no todos concordaban en que la isntitución velara por ayudarlos a mejorar.

Habilidades y formas de liderazgo.

El liderazgo del director es el elemento singular más importante de la eficacia de la escuela. Sin menospreciar los aportes de los profesores, podemos decir que la escuela que cuenta con un director eficiente está encaminada a lograr la eficacia. Algunas características de los directores eficientes son:

q liderean con decisión y conocimiento de causa en las situaciones difíciles;

q disponen de muchos recursos e iniciativas;

q se guían siempre por objetivos y tienen claridad con respecto a ellos;

q dan ejemplo de trabajo duro y constante;

q reconocen la singularidad de cada profesor y apoyan la diversidad de estilos docentes;

q son flexibles pero no débiles en cuanto al logro de los objetivos eductaivos;

q tienen habilidad en conseguir que los profesores asuman el liderazgo que les corresponde;

q están más ocupados en su liderazgo educativo que administrativo;

q responden mayoritariamente a lo importante más que a lo urgente.

Sobre los estilos de liderazgo puede verse el artículo del "Maestro Opina", número XX. Sobre el tema de la efectividad en las acciones remitimos al libro de Covey sobre los 7 hábitos de la gente eficiente.

Capacidad de resolución de problemas.

Quizá es una de las actividades que más ocupan a los directores: la resolución de problemas. Los directores eficientes abordan los problemas desde una perspectiva altamente analítica, buscando las relaciones causa/efecto que puedan aportar soluciones.

Saben involucrar a todos en el análisis de los problemas, su solución y en la toma de decisiones, lo cual supone que el problema se asume de forma compartida y se establece un compromiso de buscarle una solución. Lo anterior supone un sistema de comunicación que permita que la información y las ideas fluyan hacia arriba y hacia abajo por toda la escala.

Habilidades sociales

El director debe mantener unas relaciones de amistad, sin menoscabo de su liderazgo y autoridad, que ayuden a lograr la cooperación de maestros, padres y alumnos.

Hablar de habilidades sociales es reconocer la Inteligencia Emocional del director en su aspecto interpersonal, que suscita la adhesión y la colaboración de todos.

Conocimiento y competencia profesionales

Los directores eficientes conocen y saben aplicar los pirncipios de la enseñanza y aprendizaje más actuales. No nacen con este conocimiento y competencia, los aprenden.

Comentario final.

El liderazgo y la visión de los directores eficientes se pueden plantaear a través de las respuestas a estas tres preguntas: ¿por qué? ¿qué? y ¿cómo? Los directores eficientes deben saber porqué es necesaria una educación mejor, qué se necesita para mejorar las escuelas y cómo administrarlas para conseguir los mejores resultados.

Los programas de formación de directivos implementados por la Comisión de Pastoral Educativa han ofrecido el conocimiento y la adquisición de las características mencionadas en el contenido de este artículo.

La evaluación del grado de adquisición e implementación puede conocerse a través de las herramientas que el Centro de Evaluación y Diagnóstico ofrece. Algunas de las afirmaciones básicas que se miden son:

q El director acepta la responsabilidad de lo que se hace en la escuela.

q Establece los objetivos y las normas basándose en la misión y visión de la escuela.

q Desarrolla actividades y estructuras congruentes con los objetivos y normas de la institución.

q Establece estructuras que permiten el buen desempeño de profesores y alumnos.

q Propicia el desarrollo de programas de formación permanente de los profesores para mejorar su desempeño docente.

q Centra los esfuerzos en el aprendizaje (de conocimientos y actitudes)

q Interactúa con los docentes en su mejora, a través de observación directa de su labor educativa.

q Ofrece apoyo continuo a los profesores para mejorar su desempeño.

q Supervisa la planeación docente, en tiempos y contenidos, para asegurar la actividad educativa.

q Favorece la comunicación abierta, la resolución de problemas y la toma de decisiones colegiadas.

q Se mantiene actualizado en relación a los avance en educación.

q Interesa a los profesores en la valoración del progreso y desempeño de los alumnos.

q Dedica las reuniones con maestros para evaluar permanentemente los logros educativos.

q Hace hincapié sobre la adquisición de las habilidades básicas (lectura, cálculo, redacción).

q Favorece la creación de un clima educacional.

q Su presencia entre alumnos y maestros comunica los valores de la institución.

q Potencia un clima académico desarrollando expectativas elevadas sobre el desempeño del alumno y la posibilidad de los docentes.

q Fomenta el compromiso y la concientización de la comunidad educativa en el logro de las metas y propósitos.

q Se esfuerza por conseguir un sentido de pertenencia y formación de comunidad en toda la escuela.

q Trasmite a los padres la visión de una escuela excelente.

q Mantiene muy buenas relaciones con la comunidad educativa, sin menoscabo de la exigencia.

Bibliografía

q Dávalos V., Luis. (1998). Estilos de dirección de los grupos. El Maestro Opina, nn. 18 a 22

q Davis Gary A. et al. (1989). Effective Schools and Effective Teachers, Allyn & Bacon.

q DeBevoisse, W. (1984). Synthesis of research on the principal as instructional leader. Educational Leadership, 42, 14-20

q Dwyer, D.C. (1984). Forging successful schools: Realistic expectations for principals. Educational Horizons, 63. 3-8

q Greenfield, W. D. (1987). Moral imagination and interpersonal competence: Antecedents to instructional leadership. Boston, Allyn & Bacon.

q Manasse, A. L. (1985). Improving conditions for principal effectiveness: Policy implications of research. Elementary School Journal, 85. 439-463.

sábado, 26 de marzo de 2011

directivos innovadores

La organización es importante para lograr resultados favorables en cualquier empresa, sobretodo en el ámbito educativo tratándose del desarrollo de competencias de nuestros alumnos. En este blog ofrezco presentaciones que tienen el propósito de fortalecer el desempeño directivo, a través de videos,  documentos que la Secretaría de Educación ha publicado,  así como  aspectos a considerar para una autoevaluación y comparto también  un formato de acompañamiento de las clases de los docentes.